Historia del nacimiento de Artemisa

¿Sabías que la antigua ciudad de Éfeso alberga las ruinas del templo de Artemisa? La diosa griega Artemisa es conocida por ser la diosa de la caza, la naturaleza salvaje y la luna. Se la imaginaba como una feroz cazadora. En sus primeras representaciones, se la representaba como una joven con un arco y una flecha en las manos.

Según la mitología griega, Artemisa era hija de Zeus y Leto, y hermana gemela de Apolo, dios del Sol, las bellas artes y la música. Zeus era conocido por engañar constantemente a su esposa Hera. Pasó de una relación amorosa a otra. Como resultado, tuvo una increíble cantidad de hijos, entre ellos Apolo y Artemisa.
Según la leyenda, Leto quedó embarazada de gemelos de Zeus. Hera, al enterarse, se enfureció y maldijo a Leto para que no encontrara tierra firme donde dar a luz a sus hijos. Leto vagó por toda Grecia buscando un lugar donde dar a luz a Apolo y Artemisa. Finalmente, pudo dar a luz en la isla de Delos. Decidida a castigar a Leto, Hera había secuestrado a Ilitía, diosa del parto y las parteras, para que no la ayudara. La leyenda cuenta que Leto dio a luz a Artemisa primero. En ausencia de Ilitía, Leto sufrió un gran dolor al dar a luz a Apolo, por lo que Artemisa la ayudó a dar a luz. Artemisa, quien presenció los dolores de parto de su madre, juró permanecer virgen para siempre y comenzó a ser conocida como protectora de las madres y las mujeres embarazadas, aunque no dio a luz a ningún hijo.

El culto a Artemisa se extendió por toda la antigua Grecia y Anatolia occidental, que hoy forma parte de la Turquía moderna. El Templo de Artemisa se encuentra en Éfeso, Turquía, y es considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo.

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